lunes, 16 de julio de 2012

Eter de la luz


Nos quedamos sin velas que nos alumbrasen
si es que alguna vez hubo alguna
y sobre las enredaderas y las ortigas
se quedaron algun no recordar y algunos recuerdos
porque en esta autopista de la vida
a veces se puede perder las cosas que se quieren
pero a veces se destronan a los reyes
y es que en este baile los príncipes azules
se fueron a dormir princesa
y es que en estos baños del beber estúpido
se ahogaron los vientos
y antes o después me di cuenta
que el tren de los vencidos
había pasado por mi estación
y yo sin mucho atino
compre billete en primera clase
y habiéndome confundido
con las indicaciones seguía echándole carbón
a algo que estaba húmedo ya consumido.
Me quise arrancar los ojos, 
para no ver
lo evidente
revente los tímpanos 
para hacer oídos sordos
cuando estaba en un concierto de verdades
me cosí la boca con alambres de espino
para no decir lo que era indiscutible
y así y tras varias paradas
me di cuenta que debía bajarme
y tomar el tren, el bus o el avión de regreso
a la estación que alguna vez habia habido en mi vida

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