Estos tiempos

Un puñado de arena

Impávida y fresca

Del terror y el lamento.

Sol y alimento

para Etiopía y Oriente Medio.

Juegan los niños

Con las AK42

La gente muere

Y el mundo

si corriendo.

Lloran los ojos,

De madres y hermanas.

Los fuegos amigos

asesina como

las balas

de los enemigos.

Arden las casas

las almas

ya no tienen reposo

y la luna

toma un matiz

añil 

que sangra.

No esperes/el otoño.

 No esperes a mi muerte,
para dejarme verte
en la aurora del quererte
con pastores y bandoleros.


Rudo fatasma del pasado,
tembloroso vapor sin razón,
 apacible y discutible
naturaleza del tornado
vertido de tu encanto.



Ya los cañones impetuosos,
del viento del otoño,
dejan desnudos
los castaños y los chopos.

Ya la cigarra
no canta,
esta muerta
y la hormiga
saborea en su paladar
su dulce melodía.

Sentimientos/Hastiado

Los sentimientos brotan

De los amores

y de los mares

Pero mueren de pie

Como los arboles.

Estamos atentos

A las alucinaciones

A los versos

A las noches.

Escribimos sentencias

De las carencias

Que siempre tenemos

Y banalmente conocemos.

Somos esclavos

De nuestras acciones

Hastiado de tanta insolencia

Con canciones y versos de Sabina

Me inspiro, me relajo, vivo mi vida

Dejo de la lado mi intolerancia.

Bajo la divina luna

Me baño en el Jordán

Y loco, demente, desvalido,

Atento contra el antídoto

Que tenía mi cura.

Se desvanecen las esperanzas

Alabardas, dagas y azagayas

Se clavan en el pecho, en el alma.

Aparece el gorrión y el jilguero. ya cantan.

Y yo, sin poder hacer nada, fenezco en el pantanal

De luciérnagas apostadas en planta

 

Alabanzas

Las alabanzas, se acabaron.

El Caballero de la Triste Figura,

Ahora, es amante de la luna,

Que siempre vigila y se burla.

La noche se aproxima  invasora

Con funestos sueños

Con afligidos andares

Se abalanza sobre los desertores.

El orbe se arroja sobre  las hojas

Sobre las amapolas

Sobre ti mismo

Borracho desfallecido

Te tiras sobre el asfalto

Para acabar con tu agónico daño.

Asesinas

Los salvajes talentos,

De asesinas, de músculos latiendo,

Entre sonrisas y miradas,

Ciegamente claváis vuestras estacas.

Purpureo cielo del azar

Donde me levarás,

Con tu sutil paladar

Con mi vida acabarás.

Cielo Purpureo/ Oceanos de Agosto

El cielo purpureo,

Que en tus ojos campanaluna

Estalla como sangre escarlata,

Y esclavo de la melodía,

De tu boca,

Atrapado por el oro líquido

Del nunca amanecer,
de lo que supo ser
del verano de besos.

Los océanos de agosto,

Bañan Castilla y León,

son su color oro

Bañan mis recuerdos

De niñez adolescencia y juventud.

Solitarias encinas,

Atraviesan estos campos,

Que fueron la vida

De muchos españoles.

Enfundados en el pasado

Caminan para el futuro,

Entre infortunios

Que nadan en crisis

De bancos e hipotecas.