Animal

Ser una bestia
andar debajo de las estrellas
saltar de un lado a otro
de un bar a otro de un corazon a otro
de un verte y no verte
de odiarte facilmente
de caminar sin saber cual es el rumbo
a ritmo de rumba desaparecere en estos versos...

Y sin saber nada me desmenbro la mirada

ECOS

Ser un asesino, sin darse cuenta, es como un verso

Huérfano de rima, ritmo y sentimiento

Las metáforas las dejo en un apartado, en un vuelvo

de las palabras y de los recuerdos redentores.

Somos un aglomeración de experiencias y hormonas

Un esputo en la inmensidad de este y el otro universo

Y bajo esa cúpula que tiene pinchazos de luz

Nos encontramos riendo y viendo, que solo podemos

Solo debemos hacer una cosa

Subirnos a la vida que se nos tercia, que nos dejan, que asumimos…

Y es que para la vida siempre somos todos

Un cielo del infierno, un infierno en el cielo,

Un Auschwitz del paraíso…

Un olor, aroma, perfume
de color rojo
quiza de fresa, sandía, ¿Sangre?
un elixir olfativo de pradera
un cumulo de recuerdos
un trofeo del presente
un ojo del pasado
un tentar la suerte
de las dunas con L
que saben a muerte
todo huele a asesinato...

Desatar...

Suenan tambores sensuales,

Quizás para estar con Lucía

O con alguien mas carnal como con Silvia

Suenan, retumban, perturban.

Esta noche huele a insomnio

Y un tenue aroma a pradera con su rocío

Que matinalmente empapa las vidas

Y sumerge el no recuerdo, en sonrisas.

Sigue, mira hacia delante,

No te preocupes por lo que paso

No te preocupes por el ayer

Por ese puto pretérito que nunca se acaba

Debe ser un problema teórico-filosófico

De historiadores y arqueólogos.

Empuña la espada del ánimo

Sal, dibuja nuevas figuras

Que se deslicen las manos sobre la piel

Y que todo sea bajo la luna

En cualquier pradera de la savia

Palpitante…

Por todo este tiempo

Eres tu Lucía, de ojos y piel canelas

Me seduces, me enredas,

Me trastocas. Las conversaciones

Contigo sobre el pasado no tienen fin.

Tu, guapa, tu cielo de mi infierno

Tu ahora eres todo mi universo

Y nunca terminaré de cansarme de ti

Supongo que cuando finalicemos

nuestra realación

Me dejarás un síndrome de nido vacío

Que ya me lo anunciaron y no les creí.

A mi querida

A ti,  que me acuerdo de noche y de día
a ti, Lucía;
Entre versos te digo que te amo
y en la prosa dejo mi impronta.

La ropa que llevas puesta
es elegante, inédita y original
y a mi me encanta
desnudarte y dejar al desbuierto tu alma

aunque no todos puedan verla.

Días sufridos

¡Hoy! Días que nos fusilan

y terminan el en paredón el alma

como la mente

y no hay explicaciones ni palabras

para describir el universo de sensaciones

y esas castigos que son las emociones.

¡Hoy! Como simpre

es un atentado contra

nuestro corazón

que dividido en partes

se aferra al pasado.

A ti

Se han torcido los caminos

Los campos se han perdido

En el recuerdo de tus ojos

ahora me despido de tu paisaje

Como un infame condenado

A la horca, siento

La tristeza de tu perdida

Se han apagado ya todas las linternas

Y la esperanza se fue con el paisaje

Espero que algún día nos encontremos.