Serpentean las roca,
el fortuito encanto
inapelable
que las orillas de tu
boca
poseen en un vivac.
Y quisiera repasar
un tatuaje de
ilusiones,
entre el eje de los
esfuerzos
de las dudas que me
empapan
y quizá ver la Vida
es Bella
y buscarte en los
aeropuertos
que tengo en la
cabeza,
tal vez sean las
efemérides
de los paseos por tu
pecho
y dejemos los
trabajos
de concienciación
para otro momento
y así investiguémonos
las fruiciones
y así seamos un par
de clandestinos
con saetas de
estraperlo
que como esta,
espero
que el sexo de las
flores de los cerezos
y si puede ser déjame
escucharte
por última vez,
y como las otras cien
mil veces
busco un delfín que
me rescate
de este piélago
descorchado
de imposibles…